2. Bicarbonato
¿El primer consejo no dio resultado? Antes de sacar los productos más fuertes, prueba con bicarbonato de sodio. Tiene el mismo efecto que los limpiadores potentes, pero sin vapores tóxicos. ¿Qué debes hacer? Mezcla dos cucharadas de bicarbonato con agua hasta formar una pasta espesa. Aplícala en las juntas del baño, toma un cepillo duro y frota bien.

Cuando todas las juntas estén cubiertas, deja actuar un rato. Mientras tanto, prepara una mezcla de vinagre natural y agua. Aplica la mezcla sobre los azulejos, deja que tanto la pasta de bicarbonato como el vinagre actúen unos 30 minutos y enjuaga con agua tibia.
¿No quedaste satisfecho? Repite el proceso. También puedes sustituir el agua por peróxido de hidrógeno para un resultado aún mejor.
3. Limón
Otro consejo es preparar tu propio limpiador con limón, detergente y bórax. ¿Cómo hacerlo? Mezcla 75 mg de bórax con media cucharadita de aceite de limón y agrega detergente hasta obtener una pasta. Usa un cepillo de dientes viejo para aplicarla en las juntas. Para los azulejos, puedes usar un cepillo más grande o una esponja.
Deja actuar un rato y enjuaga con agua caliente. Para mejores resultados, frota con movimientos circulares. En la siguiente página descubrirás cómo usar cloro y cera de vela para que los azulejos vuelvan a brillar.